Alergia estacional Causas, síntomas y pruebas


¿Qué es la alergia estacional?

Se denomina alergia estacional, o también rinitis alérgica o fiebre del heno, a aquella que ocurre durante una época específica del año. La causa se encuentra en tres tipos de polen: gramíneas, árboles y maleza.

Las alergias estacionales pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida del paciente y suponen una carga importante para el sistema sanitario.1,2 Se calcula que aproximadamente 600 millones de personas de todo el mundo tienen rinitis y existen evidencias que muestran que esta cifra está en aumento.3,4

En general, la rinitis se divide en dos grupos: alérgica y no alérgica. Es fundamental diferenciar entre rinitis alérgica y no alérgica: la mitad de los pacientes a los que se les recetan antihistamínicos por una rinitis alérgica presenta síntomas que no se deben a una alergia.

Luchar contra la alergia estacional: la historia de Tommy

Lo más importante es conocer cuáles son los desencadenantes alérgicos subyacentes. Monitorice sus síntomas.



Alérgenos estacionales comunes

Haga clic en un alérgeno estacional para obtener más información sobre la alergia específica, con datos sobre dónde se puede encontrar, los síntomas comunes, la información sobre las pruebas, el tratamiento de control de la alergia y el alivio de los síntomas. 

Polen de gramíneas
Polen de árboles
Polen de maleza

¿Busca, como profesional sanitario, una lista exhaustiva de alérgenos del polen y síntomas asociados? 

Lea nuestros documentos informativos, un recurso divulgativo y fácil de usar en el que se tratan temas como reactividades cruzadas, nombres de componentes y planes de control.

Síntomas de alergia estacional

Los síntomas y signos de alergia estacional más comunes son los siguientes:

  • Nariz taponada
  • Picor de nariz 
  • Goteo nasal
  • Estornudos 
  • Ojos llorosos
  • Ojos rojos, con picor o párpados inflamados 
  • Picor en la garganta
  • Inflamación de la boca/vías respiratorias 

Si alguien tiene sibilancias y dificultad respiratoria además de los síntomas anteriores, es posible que las alergias estén desencadenando una crisis de asma.

Los síntomas como la alteración del sueño y el cansancio diario, junto con el consumo inapropiado de antihistamínicos, pueden deteriorar el rendimiento escolar y en el trabajo.1-3

Para que la visita al profesional sanitario se aproveche de la mejor manera, se recomienda llevar anotados los tipos de síntomas que se experimentan y cuándo se producen.

La rinitis alérgica afecta el bienestar físico y psicológico, pues reduce la calidad del sueño y, por tanto, afecta negativamente al rendimiento y la productividad en el trabajo, a la atención y concentración en los estudios y a la vida social del paciente.6,7

¿Se trata realmente de una alergia estacional o de otra cosa? 

Aproximadamente el 65 por ciento de los pacientes diagnosticados con rinitis alérgica y con prescripción de antihistamínicos no son alérgicos.4,8 Dado que la rinitis alérgica y la rinitis no alérgica tienen síntomas similares, pero tratamientos diferentes, resulta crucial diagnosticar correctamente su origen y abordar el tratamiento correcto.9 Un simple análisis de sangre puede ayudar a detectar la sensibilización a cientos de posibles desencadenantes alérgicos, como el polen, el moho, los alimentos y la caspa de animales.

Preguntas frecuentes sobre la alergia estacional

Los síntomas pueden cambiar de un día para otro, en función de las condiciones meteorológicas. Por ejemplo, una humedad alta puede hacer crecer rápidamente el moho, mientras que los niveles de polen aumentan cuando la temperatura es cálida y hace viento. También pueden estar implicados otros desencadenantes alérgicos. Obtenga más información acerca del umbral de síntomas.

La temporada de alergia depende de dónde vive una persona y a qué es alérgica. Por ejemplo:

  • Alergia primaveral: En algunas partes de Estados Unidos, la temporada de alergia primaveral puede comenzar desde febrero y durar hasta el verano. Todo depende de la ubicación geográfica y de cuándo los pastos, los árboles y las malezas comienzan a polinizar. Marzo y abril tienden a ser los meses de temporada alta de alergia primaveral, cuando la mayoría de las personas experimentan los síntomas con más intensidad.

  • Alergia en verano: La temporada de alergia primaveral puede continuar durante los meses de verano, ya que los pastos y las malezas continúan produciendo polen. 

  • Alergia en otoño: La temporada de otoño puede ser especialmente difícil para las personas que tienen sensibilizaciones alérgicas al moho, ya que sus esporas prosperan en ubicaciones húmedas como hojas caídas, suciedad y madera en putrefacción.10 Esta época del año también es un reto para aquellos con sensibilización a la ambrosía, ya que generalmente comienza a polinizar a mediados de agosto y puede continuar hasta la época de heladas.11 

  • Alergia en invierno: La alergia en invierno puede ocurrir si una persona es alérgica a los los alérgenos en interiores, como el moho, los ácaros del polvo y la caspa de animales, y pueden empeorar durante los meses de noviembre a enero debido al aumento de la exposición a dichos alérgenos en interiores. 

Un resfriado común tiene síntomas similares a la alergia estacional. Sin embargo, una reacción ante un resfriado es causada por un virus mientras que una reacción alérgica es el resultado del sistema inmunitario respondiendo a una sustancia que considera una amenaza. Obtenga más información sobre los síntomas que afectan a la cabeza, los ojos, los oídos, la nariz y la garganta

Cinco maneras de diferenciar la alergia estacional de un resfriado:12

  1. Los resfriados pueden provocar fiebre y la alergia no.
  2. Por lo general, los resfriados no causan lagrimeo ni picor de ojos. La alergia suele hacerlo. 
  3. Los síntomas de un resfriado no suelen durar más de dos semanas, pero muchas personas con alergia estacional experimentarán síntomas durante seis semanas.
  4. Los resfriados pueden estar acompañados de dolor de garganta, pero rara vez se presenta con alergia. 
  5. Los resfriados pueden ocurrir durante cualquier temporada, mientras que los síntomas de alergia estacional siempre suelen aparecer en la misma época del año. 

Se ha demostrado que la rinitis alérgica no controlada puede conducir a:13-15

  • Un riesgo mayor de desarrollar asma
  • Un peor control del asma en personas con esta patología (sibilancias, disnea, despertares nocturnos, limitación de las actividades diarias)

  • Un nivel menor de bienestar físico, mental y emocional

  • Una reducción en la calidad del sueño (despertarse por la noche)

  • Experimentar cansancio constante y cansarse fácilmente, lo que conduce a una menor concentración en el trabajo o en la escuela y a necesitar más tiempo libre, todo lo cual afecta al rendimiento laboral o al trabajo escolar

  • Una reducción en la calidad de la vida cotidiana, incluida la vida social y las actividades diarias

  • Irritabilidad y problemas sociales en niños

Es importante considerar la posibilidad de realizar pruebas de rinitis alérgica en personas con asma, eccema (dermatitis atópica), conjuntivitis, sinusitis, poliposis, infecciones de las vías respiratorias superiores, otitis media y trastornos del sueño, así como en niños con trastornos de la atención y del aprendizaje.

Más del 80 % de las personas con asma también padece rinitis, lo que sugiere el concepto de "una vía respiratoria, una enfermedad".4,16,17 La presencia de rinitis alérgica suele agravar el asma, lo que aumenta el riesgo de crisis asmáticas, visitas a urgencias e ingresos hospitalarios a causa del asma. No está claro si la rinitis alérgica representa una manifestación clínica previa de enfermedades alérgicas en pacientes atópicos que después desarrollarán asma o si la propia rinitis causa el asma.17-20

Si un paciente padece rinitis alérgica provocada por el polen y normalmente tiene una reacción alérgica tras ingerir ciertos alimentos, es posible que padezca el síndrome de alergia al polen y los alimentos (SAPA), también conocido como síndrome de alergia oral (SAO).21

En función de su umbral de síntomas individual, es decir, el punto en el que una persona experimenta síntomas después de estar expuesta a múltiples desencadenantes, algunos síntomas de alergia pueden ocurrir solo en ciertas ocasiones durante todo el año. Por ejemplo, los alérgenos comunes en interiores, como la caspa de animales y el moho, solo pueden desencadenar síntomas en otoño cuando una persona está también expuesta a un alérgeno estacional, como la ambrosía.

Si bien una alergia al veneno de insectos no es técnicamente estacional, puede haber periodos de mayor exposición a las picaduras de los insectos durante ciertas épocas del año en diferentes ubicaciones geográficas. Pueden ser necesarias varias picaduras de insecto, como abejas, avispas, avispones, véspulas u hormigas rojas, para que se manifiesten los síntomas.

Después de la primera picadura, el sistema inmunitario de un paciente puede responder mediante la producción de anticuerpos inmunoglobulina E (IgE). Las picaduras posteriores pueden desencadenar una respuesta inflamatoria generalizada.22 Es importante identificar correctamente el insecto causante, ya que los pacientes pueden ser alérgicos a una o varias especies de insectos que pican.22Las pruebas pueden utilizarse para identificar los insectos a los que el paciente está sensibilizado, lo que ayudará a seleccionar el tratamiento más adecuado.23  

Pruebas y control de la alergia estacional

Es importante hacer pruebas de sensibilización a alérgenos para identificar el origen de las alergias estacionales y determinar si la rinitis que sufre el paciente es o no de tipo no alérgica. Estos resultados, junto con los antecedentes médicos y una exploración física, pueden garantizar que los pacientes reciben el tratamiento adecuado cuanto antes y evitar la prescripción inadecuada de antihistamínicos.21,24

La atención médica de la rinitis alérgica consta de tres categorías principales de tratamiento:

  1. Medidas de control ambiental y evitación de alérgenos
  2. Tratamiento farmacológico
  3. Inmunoterapia

Un análisis de sangre, junto con un historial médico relativo a la alergia, puede ayudar a identificar los desencadenantes de los alérgenos subyacentes. 

Aproximadamente el 65 por ciento de los pacientes diagnosticados con rinitis alérgica y con prescripción de antihistamínicos no son alérgicos.4,8 Dado que la rinitis alérgica y la rinitis no alérgica tienen síntomas similares, pero tratamientos diferentes, resulta crucial diagnosticar correctamente su origen y abordar el tratamiento correcto.9

Recomendaciones y guía práctica para la rinitis alérgica 


Las directrices constituyen una base para el proceso diagnóstico de la rinitis alérgica, que comienza por una exploración física y un historial de alergia del paciente.1,21 Partiendo de los resultados del historial de alergias del paciente, el profesional sanitario podrá considerar cuáles son los siguientes pasos más apropiados, que pueden incluir análisis de IgE específica. Los resultados de las pruebas de punción cutánea y los análisis de IgE específica pueden ayudarle a confirmar la sensibilización a alérgenos, con lo que podrá realizar un diagnóstico correcto y mejorar el tratamiento clínico.25,26Los antecedentes médicos del paciente deben complementarse con pruebas de alérgenos para obtener resultados precisos.27 

Se han desarrollado guías prácticas para clasificar y abordar el tratamiento de la rinitis alérgica y se ha demostrado que un tratamiento basado en las recomendaciones mejora el control de la enfermedad.6,7 

 

Conozca las recomendaciones y las guías prácticas.

Herramientas para entender la alergia

 

Monitorice la información de los síntomas de la alergia para aprovechar al máximo la visita a un profesional sanitario.

Obtenga más información acerca de los alérgenos específicos, incluidos los síntomas comunes, el tratamiento y el alivio. 

¿Es usted es un profesional sanitario? Obtenga información exhaustiva sobre cientos de alérgenos y componentes de alérgenos.

Contenido relacionado

¿Desea obtener más información sobre alergia? Vea la variedad de temas tratados.

  1. Scadding GK, Durham SR, Mirakian R, et al. BSACI guidelines for the management of allergic and non-allergic rhinitis. Clin Exp Allergy. 2008;38:19-42. 
  2. Roberts, G, Xatzipsalti, M, Borrego, LM, Custovic, A, Halken, S, Hellings, PW, Papadopoulos, NG, Rotiroti, G, Scadding, G, Timmermans, F, Valovirta, E. Paediatric rhinitis: position paper of the European Academy of Allergy and Clinical Immunology. Allergy. 2013; 68: 1102– 1116. 
  3. Bousquet, J., Vignola, A. M. and Demoly, P. (2003), Links between rhinitis and asthma. Allergy. 58: 691–706. doi:10.1034/j.1398-9995.2003.00105.x. 
  4. Pawankar R, Holgate S, Canonica G, et al. World Allergy Organization. White Book on Allergy (WAO). 2011. http://www.worldallergy.org/UserFiles/file/WAO-White-Book-on-Allergy_web.pdf. Consultado en diciembre de 2017.  
  5. European Academy of Allergy and Clinical Immunology; Global Atlas of Allergic Rhinitis and Chronic Rhinosinusitis, 2015. http://www.eaaci.org/globalatlas/ENT_Atlas_web.pdf. Consultado en diciembre de 2017. 
  6. Scadding GK. Optimal management of allergic rhinitis. Arch Dis Child. 2015 Jun; 100(6): 576-582.  
  7. Seidman MD, et al. Clinical practice guideline: allergic rhinitis executive summary. Otolaryngol Head Neck Surg. 2015 Feb;152(2):197-206. 
  8. Szeinbach SL, et al. Identification of allergic disease among users of antihistamines. J Manag Care Pharm. 2004;10(3):234–238.  
  9. Smith P. Global Atlas of Allergic Rhinitis and Chronic Rhinosinusitis. 2015. http://www.eaaci.org/globalatlas/ENT_Atlas_web.pdf. Consultado en diciembre de 2017. 
  10. American Academy of Allergy Asthma and Immunology. Outdoor Allergens. https://www.aaaai.org/conditions-and-treatments/library/allergy-library/outdoorallergens. Consultada en septiembre de 2019.  
  11. American Academy of Allergy Asthma and Immunology. 4 Things You Might Not Know About Fall Allergies. https://acaai.org/news/four-things-you-might-not-know-about-fall-allergies. Consultada en septiembre de 2019. 
  12. American Academy of Allergy Asthma and Immunology. Is It a Cold or Allergies? https://www.health.harvard.edu/diseases-and-conditions/is-it-a-cold-or-allergies. Consultada en septiembre de 2019. 
  13. Del Giudice M, et al. Int J Immunopathol Pharmacol 2011;24:25-8. 
  14. de Groot EP, et al. Thorax 2012;67:582-587. 
  15. Asthma Control Questionnaire. Disponible en https://www.qoltech.co.uk/acq.html; last accessed November 2018. 
  16. Grossman J. One Airway, One Disease. CHEST. 1997:111:2:11S - 16S. 
  17. Bousquet J, et al. Allergic Rhinitis and Its Impact on Asthma. J Allergy Clin Immunol. 2001;108(suppl 5):S147–S334.  
  18. Thomas M, et al. Asthma-Related Health Care Resource Use Among Asthmatic Children With and Without Concomitant Allergic Rhinitis. Pediatrics. 2005;15:129-134.  
  19. Crystal-Peters J, et al. Treating allergic rhinitis in patients with comorbid asthma: The risk of asthma related hospitalizations and emergency department visits. J Allergy Clin Immunol. 2002;109(1):57–62.  
  20. Valovirta E. Managing Co-Morbid Asthma With Allergic Rhinitis: Targeting the One-Airway With Leukotriene Receptor Antagonists. World Allergy Organ J. 2012;5:S210-S211. 
  21. House of Lords, Science and Technology sixth report- the extent and burden of allergy in the United Kingdom. http://www.bsaci.org/pdf/HoL_science_report_vol.1.pdf. Consultado en diciembre de 2017. Immunology. Allergy. 2013;68:1102-1116.
  22. Pawankar R, Holgate S, Canonica G, at el. World Allergy Organization. White Book on Allergy (WAO). 2011. http://www.worldallergy.org/UserFiles/file/WAO-White-Book-on-Allergy_web.pdf. Consultado en diciembre de 2017.
  23. Biló B, Rueff F, Mosbech H, et al. Diagnosis of Hymenoptera venom allergy. Allergy. 2005; 60(11):1339-1349.  
  24. Pearce L. Managing allergic rhinitis. Nursing Times. 2012;108(17):20–22.
  25. Duran-Tauleria E, Vignati G, Guedan MJ, et al. The utility of specific immunoglobulin E measurements in primary care. Allergy. 2004;59 (Suppl 78):35-41. 
  26. Niggemann B, Nilsson M, Friedrichs F. Paediatric allergy diagnosis in primary care is improved by invitro allergen specific IgE testing. Pediatr Allergy Immunol. 2008;19:325-331. 
  27. Smith HE, Hogger C, Lallemant C, et al. Is structured allergy history sufficient when assessing patients with asthma and rhinitis in general practice? J Allergy Clin Immunol. 2009;123:646-650.