Diciembre de 2024  |  ✓  Revisado desde el punto de vista médico por: Gary Falcetano, PA-C, AE-C & Magnus Borres, Director of Medical Affairs

Ah, la fiebre del heno. Fiebre que no baja ni le da un pase para quedarse en la cama todo el día. Esta dolencia común puede estropear el día a día, especialmente durante las temporadas de picos de alergias y cuando los niveles de polen están por las nubes.

La fiebre del heno, también conocida como rinitis alérgica, afecta a millones de personas en todo el mundo.¹ Puede convertir un día tranquilo al aire libre en una búsqueda frenética de colirios y antihistamínicos.   

Coja unos cuantos pañuelos y exploremos el mundo lleno de estornudos de la fiebre del heno (rinitis alérgica). Aprenda el qué, el porqué y la forma de controlar sus síntomas para que pueda volver a esos campos llenos de flores y brisa.

¿Qué es la fiebre del heno?

La fiebre del heno (rinitis alérgica) es una reacción alérgica que ocurre cuando el sistema inmunitario reacciona de forma exagerada a alérgenos de interior o de exterior como el polen, los ácaros del polvo o la caspa de las mascotas.²

No se debe al heno ni produce fiebre; el nombre es un poco engañoso. Los síntomas pueden incluir secreción nasal, picor en los ojos, congestión y estornudos.³ Puede aparecer estacionalmente, sobre todo en primavera y otoño, o permanecer todo el año, en función de a qué sea alérgico.

¿La fiebre del heno es lo mismo que las alergias? 

La fiebre del heno es un tipo de alergia, pero no todas las reacciones alérgicas se deben a la fiebre del heno. A diferencia de otras reacciones alérgicas, que generalmente desaparecen cuando se deja de estar expuesto al alérgeno, la fiebre del heno puede ser crónica y durar varios meses.⁴

¿Qué causa la fiebre del heno?

La fiebre del heno (rinitis alérgica) se desencadena cuando el sistema inmunitario se asusta ante sustancias inofensivas como el polen o la caspa de los animales. El sistema de defensa del cuerpo ve estos alérgenos y cree que son invasores dañinos. En consecuencia, responde liberando sustancias químicas, como las histaminas, en el torrente sanguíneo para combatirlas.⁵ Esto provoca síntomas típicos de alergia, como estornudos, secreción nasal, picor en los ojos y congestión. ³

Cuando sepa qué desencadena sus síntomas, consulte las hojas informativas sobre alérgenos que ofrecen información detallada sobre alérgenos específicos.

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Síntomas de la fiebre del heno

La fiebre del heno puede cursar con una serie de síntomas molestos e incesantes que varían de una persona a otra. Estos son algunos de los síntomas más comunes:³

• Ojos llorosos, con picor o enrojecidos
• Secreción nasal, congestión
• Tos
• Estornudos
• Goteo posnasal
• Ojeras bajo los ojos (ojeras alérgicas)
• Cansancio (a menudo debido a la falta de sueño)

Control de la fiebre del heno

Ahora que hemos cubierto los aspectos básicos que causan el sufrimiento, pasemos a la parte del alivio. Controlar los síntomas de la fiebre del heno de la forma más eficaz posible se centra en averiguar qué los desencadena para poder mitigar la exposición e iniciar el tratamiento adecuado. 

Diagnóstico

Junto con un médico, el proceso de diagnóstico de la fiebre del heno comienza con una charla sobre los síntomas y los antecedentes familiares, seguida de una exploración física y, si es necesario, la realización de una prueba de alergia como una prueba de punción cutánea o una prueba de alergia en sangre para identificar los alérgenos que la desencadenan. 

Una prueba de alergia en sangre, también llamada análisis de IgE específica, ayuda a diagnosticar la fiebre del heno detectando anticuerpos específicos en la sangre que el cuerpo produce como respuesta a los alérgenos. Después de tomar una muestra de sangre, se analiza en un laboratorio para detectar estos anticuerpos. Si su sangre contiene anticuerpos IgE contra un alérgeno específico (como el polen de gramíneas o árboles en el caso de la fiebre del heno), esto indica que su cuerpo puede reaccionar con una alergia a esa sustancia. Los resultados, presentados como un número, muestran el nivel de sensibilización frente al alérgeno.

Esta información guiará el diagnóstico e informará sobre la mejor opción de tratamiento para su caso. Es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico y un plan de tratamiento precisos.  

Tratamiento

Navegar por el agitado paisaje de la fiebre del heno puede ser un reto, pero no es imposible. Tanto si lleva años lidiando con estas alergias como si acaba de empezar, hay formas de ayudarle a controlar y tratar sus síntomas.⁶

Los descongestivos ayudan a tratar la fiebre del heno reduciando la inflamación de la nariz, lo que permite despejar las vías respiratorias obstruidas y facilita la respiración. Proporcionan un alivio a corto plazo, pero no tratan la alergia subyacente.

Los antihistamínicos son medicamentos que se usan para bloquear unas sustancias químicas del organismo llamadas histaminas.⁷ Una reacción alérgica desencadena la liberación de histaminas, que causa esos encantadores síntomas de la alergia, y ahí es donde el bloqueo resulta útil. Consulte siempre a un médico antes de su uso.

La inmunoterapia trata la fiebre del heno exponiendo gradualmente el cuerpo al alérgeno, lo que ayuda a que el sistema inmunitario se vuelva menos reactivo y reduce los síntomas. A diferencia de otros tratamientos, puede proporcionar alivio a largo plazo incluso después de interrumpir el tratamiento. Se toma en consideración cuando otros tratamientos no son eficaces, tienen efectos secundarios indeseables o los síntomas son graves. Este tratamiento debe administrarse bajo supervisión sanitaria.

Las opciones de estilo de vida saludable pueden ayudar a controlar los síntomas de la fiebre del heno. Esto incluye ejercicio regular, una dieta equilibrada, sueño adecuado y manejo del estrés.

¿Los medicamentos para la alergia no funcionan?  Consulte este artículo para saber por qué.

¿Cuánto dura la fiebre del heno?

La duración de la fiebre del heno depende de lo que la esté causando. Si se trata de una  alergia estacional, como el polen de los árboles o las gramíneas, puede durar de unas semanas a unos meses, generalmente si las plantas están polinizando. Esto suele ocurrir durante la temporada de alergias primaverales , en verano y en otoño.

Si tiene alergia a algo que está presente durante todo el año, como los ácaros del polvo o la caspa de las mascotas, puede tener síntomas en cualquier momento.

Obtenga más información sobre Alergia frente a resfriado: ¿Contra cuál está luchando?

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¿Debo ir al médico por la fiebre del heno?

Si sus síntomas están causando estragos en su vida cotidiana, tiene otros problemas de salud como asma o apnea del sueño, o desearía encontrar soluciones a largo plazo, debería plantearse acudir a un médico. Si no le han diagnosticado fiebre del heno y no sabe cuál es la causa de sus síntomas, consulte a su médico para encontrar respuestas y alivio.  

Responda a este cuestionario de síntomas de alergia para resumir sus síntomas y guiarle en una conversación productiva con su médico.

¿No está seguro de si tiene fiebre del heno? Aprenda cómo hacerse una prueba de alergia.

Las pruebas de alergia desempeñan un papel importante en el diagnóstico de la fiebre del heno. Identifican los alérgenos específicos que causan los síntomas, lo que es clave para elaborar un plan de tratamiento eficaz. Al identificar sus factores desencadenantes, el médico puede crear un plan de tratamiento especializado que satisfaga sus necesidades específicas. Este enfoque personalizado puede ayudar a aliviar los síntomas de la fiebre del heno, de modo que los cambios estacionales sean más agradables y con muchos menos estornudos.

Y fíjese, ¡no es necesario esperar a una cita con un especialista para hacerse una prueba! Hable con su médico sobre las opciones de análisis. Obtenga más información sobre cómo hacerse una prueba de alergia y pruebas de alergia en sangre.